Sociedad de Lavanderas de Soria
ago 172014
Autora: Isabel Goig-Soler
Fuente: Páginas de etnología Soria-goig.com
Lavar la ropa ha sido siempre tarea de las mujeres. La lavadora eléctrica es modernez de hace dos días, como quien dice, ya que hasta los años cincuenta no se popularizó. Para que ello fuera posible, era necesario que hasta el hogar llegara el agua canalizada y hubiera fluido eléctrico, algo que en la provincia de Soria tardaría en darse. Mientras la infraestructura necesaria llegaba a los hogares, y desde siempre, las mujeres acudían a lavar al río, si discurría alguno por el pueblo, o a la salida de los manantiales, en muchos casos. Con el tiempo los ayuntamientos procurarían para sus vecinas los lavaderos cubiertos, un avance que, como puede suponerse, alivió en parte la dura tarea de lavar la ropa al aire libre, algo que, en pleno invierno soriano resultaba más que penoso.
Con el agua del manantial “Agadir”, en Deza, lavaban las mujeres. Y en esta villa rayana con Aragón la labor no era demasiado penosa, pues el agua mana a igual temperatura todo el año, por lo que la sensación de que lo hace más caliente en invierno, alivia el trabajo. En la fuente del “Batán”, donde manan aguas de esas mismas características, acudían a lavar las mujeres de Andaluz, según nos informó en su día el señor Gregorio Hidalgo.