Lavadero de Caracena (Soria)
sep 112014Fotografías del lavadero de Caracena (Soria). La autora es Sonia Arriba Jiménez.
Fotografías del lavadero de Caracena (Soria). La autora es Sonia Arriba Jiménez.
Este lavadero está siendo rehabilitado por el Ayuntamiento de Soria. Aquí se puede leer una noticia al respecto:
Autora: Lucía Sánchez / Ical News
Fuente original: León Noticias
Eran espacios únicos, que pertenecieron solo y exclusivamente a la mujer, y que “como muchos otros” con sello femenino, no han sido lo suficientemente valorados. Los lavaderos, espacios que en muchos lugares de Castilla y León se conservan en buen estado, dan testimonio del trabajo que realizaban las mujeres, tan duro como poco reconocido.
Fotografía de Concha Ortega
El Centro Cultural la Casa Tía Julia ha organizado una ruta guiada mañana domingo día 20 por los lavaderos de Ciria, Reznos y La Quiñonería. La historiadora y antropóloga, Beatriz Gallego Muñoz, que realizó un estudio social de estos espacios, será la encargada de explicar lo que significaron y como su abandono significó el cambio hacia una sociedad más industrializada. “Eran lugares solo para ellas, que servían afortunadamente para que tuvieran sus encuentros y sus vivencias”, explica la experta.
En España existían dos tipos de lavaderos, principalmente. Los de pie, que obligaban a la mujer a estar doblada o los de rodilla. En ambos casos adoptaban una postura forzada. La labor doméstica conllevaba que estuvieran todo el rato con las manos sumergidas en el agua para intentar que aquella ropa tosca y dura quedará limpia, para lo cual, además, utilizaban jabones agresivos. A estas circunstancias se le unía el tener que transportar la ropa desde su casa hasta el lavadero y viceversa, por lo que constantemente tenían que portar peso.
Autora: Isabel Goig-Soler
Fuente: Páginas de etnología Soria-goig.com
Lavar la ropa ha sido siempre tarea de las mujeres. La lavadora eléctrica es modernez de hace dos días, como quien dice, ya que hasta los años cincuenta no se popularizó. Para que ello fuera posible, era necesario que hasta el hogar llegara el agua canalizada y hubiera fluido eléctrico, algo que en la provincia de Soria tardaría en darse. Mientras la infraestructura necesaria llegaba a los hogares, y desde siempre, las mujeres acudían a lavar al río, si discurría alguno por el pueblo, o a la salida de los manantiales, en muchos casos. Con el tiempo los ayuntamientos procurarían para sus vecinas los lavaderos cubiertos, un avance que, como puede suponerse, alivió en parte la dura tarea de lavar la ropa al aire libre, algo que, en pleno invierno soriano resultaba más que penoso.
Con el agua del manantial “Agadir”, en Deza, lavaban las mujeres. Y en esta villa rayana con Aragón la labor no era demasiado penosa, pues el agua mana a igual temperatura todo el año, por lo que la sensación de que lo hace más caliente en invierno, alivia el trabajo. En la fuente del “Batán”, donde manan aguas de esas mismas características, acudían a lavar las mujeres de Andaluz, según nos informó en su día el señor Gregorio Hidalgo.